I ・ BCN

A veces el universo gira de formas inesperadas. A veces, en esas volteretas que da, te separa de tu otra mitad. A veces, también, te sorprende. ¿Qué pasa cuando cambian los planes? Cuando, de un pronto a otro, el horizonte cambia y ves el océano desde el otro lado del mundo. 

Agua que corre, sáname las heridas..

Cuando una camina

bajo los árboles, 

bajo las gotas de lluvia, 

todos los males se curan. 

 

Cuando una camina

rodeada de paz, 

llena de amor, 

todos los males se curan. 

 

Cuando una camina

entre la montaña

y se empapa de agua fresca, 

todos los males se curan. 

San Gerardo de Dota, San José, Costa Rica

La Perez-illa de Navarro

En un bosque muy tranquilo, vivía la pequeña Perezilla. Creció entre árboles, comiendo cuando quisiera sus hojitas. Dormía bajo los cálidos rayos del sol, bajo las eternas lunas, sintiendo la brisa del viento, oyendo las (deliciosas) hojas moviéndose a todo su alrededor.

Poco a poco, el bosque fue disminuyendo; poco a poco, se llenaba más y más el aire de ruidos extraños. Poco a poco, menos y menos árboles quedaban. Menos árboles y menos de sus preciadas hojitas.

Como Perezilla llevaba una vida tan tranquila, solo tenía que bajar de sus queridos arbolitos cada cierto tiempo. En una de sus excursiones, la descubrieron y, como no pudo regresar rápido a su árbol, se la llevaron en un camión.

Ahora vive en un nuevo árbol, rodeada de muchos más árboles, con muchas opciones diferentes en su menú de hojas. Ahora vive en un nuevo árbol, rodeada de nuevos vecinos: ardillas y felinos, pájaros e insectos, de vez en cuando una persona que pasa cerca. Ahora se oye nada más el viento que mueve las hojas y le acaricia su pelo.

Perezilla dejó su hogar de siempre, para ir a una nueva montañita, un nuevo hogar donde comer, dormir y ser feliz.